A los 13 años Aneta Ivanova comenzó a sentirse atraída por el mundo de la fotografía, una joven originaria de Bulgaria que a su corta edad empezó a crear magia al momento de disparar con su cámara. Así, la artista nos presenta esta colección de fotografías basadas en una doble exposición en la que combina retratos femeninos con elementos arquitectónicos y naturales.
Las capas de estas imágenes crean una realidad que nos ofrece ilusiones ópticas: paisajes que se fusionan con siluetas humanas. Con contrastantes fondos, sus fotografías están basadas en manipulación digital, una técnica más fácil de hacer y que se ha puesto de moda gracias a las herramientas digitales que cada vez están más cerca de nosotros, sin embargo, la creatividad con la que se utilizan no siempre tienen el ingenio, talento y destreza para lograr lo que Ana Ivanova.
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